LA POSESIÓN DEMONÍACA
La posesión demoníaca es un fenómeno que ha sido objeto de debate durante siglos en diferentes culturas y religiones. Se caracteriza por la creencia de que un ser sobrenatural, como un demonio o un espíritu maligno, se apodera del cuerpo de una persona y controla su comportamiento y pensamiento. Esta idea ha sido retratada en diferentes obras literarias, cinematográficas y religiosas, pero ¿qué tan real es la posesión demoníaca?
Para algunos especialistas en el tema eclesiástico, la posesión demoníaca es una realidad. En su opinión, este fenómeno se diferencia de los trastornos mentales, ya que los pacientes con enfermedades mentales pueden presentar comportamientos asociados a demonios, pero en realidad no están poseídos. Los especialistas afirman que las posesiones son más comunes de lo que se cree y que los demonios pueden afectar tanto a personas como a lugares, animales u objetos.
Entre las situaciones que hacen identificar una posesión están los movimientos, comportamientos y expresiones inusuales de la persona afectada, debido a la capacidad demoníaca de apoderarse del cuerpo y su capacidad de discernimiento. Se dice que una persona bajo los efectos de un demonio no tiene capacidad de raciocinio por lo tanto, es indispensable la intervención de un especialista espiritual, religioso, holístico y científico
Funciones de la posesión diabolica:
1Dolor físico externo causado por satanás: puede ser tomado como una vejación al imprimir sufrimiento corporal sobre la persona afectada.
2Posesión demoníaca: toma del cuerpo y la racionalidad de la persona (no del alma). La entidad se expresa sin el consentimiento de la víctima.
3Opresión diabólica: no hay posesión ni control sobre el cuerpo, solo eventos graves a leves que afectan a la persona.
4Obsesión diabólica: lo define como los pensamientos y ataques repentinos que el demonio imprime contra un individuo haciendo que se sumerja en un estado de desesperación y piense en el suicidio.
5Infestación diabólica: como ya se vio anteriormente, trata sobre la posesión de un demonio sobre un lugar, animal u objeto. Aquí la entidad puede mover cosas a su antojo, así como emitir olores y ruidos.
6Subyugación o dependencia diabólica: cuando el individuo se somete a satanás de forma voluntaria.
7Magia negra, rituales satánicos y misas satánicas: según lo dicho por Amorth, es la voluntad de un individuo de convertirse en siervo y divulgador de las prácticas malignas.
Maldiciones: las maldiciones invocan el mal y el origen de los males deriva de entidades demoníacas.
8Mal de ojo: comúnmente se conoce que este maleficio se limita a mirar mal, sentir odio o desidia sobre otra persona, pero va más allá. Consiste en desear el mal, pero con ayuda de entidades demoníacas.
Escrito por: Alberto de la Paz Santiago
Imagen Shutterstock (Alberto de la Paz Santiago)
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